En este artículo te contamos cuáles son los 10 dulces típicos de Mallorca que deberías probar durante tus vacaciones en la isla, además de indicarte las mejores panaderías y pastelerías donde encontrarlos.
Mallorca cuenta con una larga tradición panadera y pastelera que se remonta a finales del siglo XIV, siendo este gremio uno de los más antiguos del país. Recientemente, algunos pasteleros han optado por recuperar los antiguos recetarios, descubriendo los dulces típicos de Mallorca de antaño, ofreciendo auténticas joyas culinarias que te transportarán al pasado con cada bocado.
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ToggleEnsaimada mallorquina: el dulce típico de Mallorca por excelencia

La ensaimada mallorquina es probablemente el dulce más emblemático de Mallorca, y su historia se remonta varios siglos atrás. Este bollo en espiral, ligero y aireado, está hecho con una masa de harina, agua, azúcar, huevos y, lo más importante, manteca de cerdo, de donde proviene su nombre (del catalán “saïm,” que significa manteca). La fermentación larga y lenta de la masa es clave para lograr su textura característica. Tradicionalmente, la ensaimada se hornea simple, pero también se pueden encontrar variedades rellenas de cabello de ángel, crema pastelera, chocolate o incluso sobrasada, para quienes disfrutan de contrastes dulces y salados.
La superficie suele estar espolvoreada con abundante azúcar glas, lo que le da un toque riquísimo. La ensaimada se puede disfrutar tanto en el desayuno como en la merienda, acompañada de café o chocolate caliente. Su elaboración sigue siendo artesanal en muchas panaderías. Ca’n Joan de S’Aigo, en Palma, es uno de los mejores lugares para probarla. Esta cafetería histórica, que data de 1700, es un referente en la isla y su ensaimada mallorquina es sencillamente espectacular.
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Únete a un tour guiado por Palma que incluye una visita a la histórica chocolatería Ca’n Joan de S’Aigo, donde degustarás su deliciosa ensaimada acompañada de chocolate caliente.
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Coca de patata
La coca de patata, un bollo suave y esponjoso, es el dulce insignia del pintoresco pueblo de Valldemossa. Este postre tradicional conquista a locales y visitantes con su textura única y su delicado sabor. Aunque pueda parecer inusual, el ingrediente principal, la patata cocida, aporta una suavidad incomparable y mantiene el bollo húmedo y ligero. Su receta, sencilla pero deliciosa, incluye harina, azúcar, huevos y patata cocida, que se integra cuidadosamente en la masa antes de su fermentación.
En las acogedoras cafeterías de Valldemossa, este dulce es el acompañamiento perfecto para un café con leche o un chocolate caliente, haciendo aún más especial tu visita a este encantador pueblo. Si buscas una experiencia auténtica, no te pierdas la coca de patata recién horneada de Ca’n Molinas, una panadería familiar con más de 100 años de historia.
Aunque la coca de patata es típica de Valldemossa, si visitas Campanet, te recomendamos probar las deliciosas versiones locales en el Nou Forn Can Jaume. ¡Te sorprenderán!
Este bollo aparentemente sencillo es una auténtica joya de la repostería mallorquina, y no es de extrañar que sea uno de los dulces más queridos de toda la isla.

Cardenal de Lloseta
El Cardenal de Lloseta es un postre único que destaca por su ligereza y frescura. Se compone de una base de bizcocho esponjoso, cubierto con un merengue cremoso que se carameliza ligeramente en la superficie. Esta combinación de texturas es lo que lo hace especial: la suavidad del bizcocho contrasta a la perfección con la ligereza y el dulzor del merengue. Aunque pueda parecer sencillo, lograr el equilibrio perfecto en su preparación es todo un arte, y muchas pastelerías en Lloseta han perfeccionado esta receta durante generaciones.
Este dulce es ideal para quienes buscan algo que no sea demasiado pesado, ya que su textura es aireada y no empalaga. A menudo se sirve en celebraciones y ocasiones especiales, y muchos lo consideran el «postre festivo» por excelencia de la región. Aunque originario de Lloseta, su fama ha trascendido fronteras, y se puede encontrar en varias panaderías a lo largo de la isla. Sin embargo, para la mejor experiencia, dirígete a Pastisseria Pomar en Lloseta, reconocida por su auténtico y delicioso Cardenal de Lloseta.

Coca de cuarto o Quartos embetumats
La coca de cuarto es un bizcocho tan esponjoso y ligero que parece una nube. Este dulce típico de Mallorca se elabora con solo tres ingredientes principales: huevos, azúcar y fécula de patata. Aunque los ingredientes son sencillos, la clave de su textura radica en la técnica de batido y la cuidadosa incorporación de las claras montadas. Su suavidad es tal que, tradicionalmente, una vez horneada, se da un golpe seco al molde para que el bizcocho «se asuste» y no se baje. Es una tradición curiosa que asegura que el cuarto mantenga su volumen característico.
Este bizcocho es muy popular tanto en invierno, cuando se acompaña con chocolate caliente, como en verano, cuando suele servirse con una bola de helado de vainilla. En Can Joan de S’Aigo, no solo podrás disfrutar de una de las mejores ensaimadas, sino que también sus quartos son famosos por su increíble textura. Así que ya ves, a Can Joan de S’Aigo tienes que ir sí o sí. Entre sus ensaimadas y sus quartos, te aseguramos que querrás volver una y otra vez.

Gató de almendra
El gató de almendra es otro de los dulces típicos de Mallorca más importantes, y su principal ingrediente, la almendra mallorquina, es lo que lo hace tan especial. Este bizcocho, denso pero a la vez suave, se elabora con almendras molidas que le dan un sabor intenso y una textura ligeramente granulada. Suele servirse acompañado de una bola de helado de almendra, lo que potencia aún más su sabor y convierte cada bocado en una experiencia deliciosa y refrescante.
Este postre, que puede parecer sencillo, es en realidad un tributo a la riqueza agrícola de la isla, especialmente a la producción de almendras. Puedes encontrar versiones excepcionales de este postre en Es Rebost de Cort, en Palma, donde lo sirven de forma tradicional, con helado de almendra artesanal.

Robiols: el dulce típico de Mallorca en Semana Santa
Los robiols son pastelitos en forma de media luna, elaborados con una masa dulce y suave que se rellena con diversos ingredientes, como cabello de ángel, mermelada, crema pastelera o requesón. Suelen prepararse especialmente durante la Semana Santa, pero hoy en día son tan populares que todas las panaderías los ofrecen durante todo el año. Su origen está ligado a las festividades religiosas, y son un elemento imprescindible en las mesas de las familias mallorquinas durante esta época, que nos reunimos para prepararlos junto a las empanadas mallorquinas.
La combinación de su masa ligeramente crujiente con el relleno dulce hace que los robiols sean un bocado perfecto para cualquier momento del día. El Fornet de la Soca (Antic Forn des Teatre), en Palma, es uno de los mejores lugares para degustar estos tradicionales dulces, gracias a la calidad de sus ingredientes y su preparación artesanal.

Crespells
Al igual que los robiols, los crespells también son típicos de la Semana Santa en Mallorca. Estos dulces tienen forma de galletas, a menudo con formas de flores, estrellas o corazones, y son crujientes por fuera y ligeramente blandos por dentro. Su masa contiene harina, manteca, azúcar y huevo, y algunas recetas incluyen un toque de licor de anís o ralladura de limón para darle un aroma más distintivo.
Aunque los crespells se asocian tradicionalmente a la Pascua, puedes encontrarlos en muchas pastelerías a lo largo del año. La Pastelería Sa Creu en Alaró es famosa por sus crespells caseros, que mantienen la receta original con ingredientes frescos y de calidad.

Cremadillos mallorquines
Los cremadillos son pequeños pasteles elaborados con una crujiente masa de hojaldre que se rellena con diferentes ingredientes, como crema, cabello de ángel o chocolate. Su exterior dorado y crujiente contrasta de manera perfecta con el interior suave y cremoso, lo que los convierte en una auténtica delicia para los amantes de las texturas contrastadas. Estos bocaditos son especialmente populares durante las celebraciones locales, pero debido a su popularidad, es fácil encontrarlos en pastelerías y panaderías de toda la isla a lo largo del año.
Sin embargo, una de las versiones más especiales y únicas de los cremadillos es la que lleva sobrasada. Este embutido tradicional de Mallorca, con su característico sabor salado y ligeramente picante, se mezcla a la perfección con la textura delicada del hojaldre, creando una combinación agridulce que personalmente me parece de otro mundo. Es la opción perfecta para aquellos que buscan una explosión de sabores auténticos mallorquines en un solo bocado.
Aunque los cremadillos pueden encontrarse en muchas panaderías de Mallorca, los del Forn de Sant Francesc en Inca son especialmente conocidos por su calidad y variedad de rellenos.

Coca de albaricoque: mi dulce típico de Mallorca favorito
La coca de albaricoque es un bizcocho suave y esponjoso, cubierto con mitades de albaricoques frescos que se hornean junto a la masa. Este dulce típico de Mallorca ofrece un equilibrio perfecto entre la dulzura del bizcocho y el toque ligeramente ácido de los albaricoques, lo que lo convierte en una delicia irresistible tanto para locales como para visitantes. Su textura húmeda y afrutada la hacen ideal para disfrutar en cualquier momento del día, ya sea en el desayuno, merienda, o incluso como postre tras una comida.
Recuerdo que cuando era pequeña, mi padre me traía de vez en cuando una coca de albaricoque, y me encantaba. Es uno de esos sabores que asocio directamente con mi infancia, y cada vez que lo pruebo me transporta a aquellos momentos. Personalmente, este es mi dulce típico de Mallorca favorito, y después de haber probado muchas versiones, debo decir que la mejor la encontrarás en Can Moranta, en Consell. Allí, la coca es tan esponjosa y los albaricoques son tan jugosos que cada bocado se convierte en una experiencia única. Además, incorpora también mermelada de albaricoque. ¡No hay palabras! Si visitas Mallorca, no puedes perderte esta joya de la repostería tradicional, especialmente en su versión de Can Moranta. ¡Es un auténtico placer para los sentidos!

Buñuelos mallorquines de patata
Los buñuelos mallorquines de patata son pequeños bocados de masa frita, esponjosos por dentro y crujientes por fuera. Se preparan principalmente durante la festividad de Les Verges, en octubre, pero su popularidad ha hecho que se disfruten a lo largo de todo el año. Estos buñuelos se elaboran con patata cocida y harina, lo que les otorga una textura ligera pero deliciosa. Tras freírlos, se espolvorean con azúcar, lo que los convierte en una opción dulce que no puedes dejar de probar.
Si buscas los mejores buñuelos de Mallorca, te recomiendo pasarte por Bunyols Boníssims, uno de los puestos más conocidos de Palma, con ubicaciones en varios centros comerciales de la ciudad. Puedes encontrarlos en las entradas de El Corte Inglés de Avenidas, Carrefour de General Riera, y en FAN Mallorca. ¡No te los pierdas! Estos buñuelos son espectaculares, y es fácil entender por qué son un verdadero manjar mallorquín.

¡Cuéntanos!, ¿cuál de estas delicias vas a probar sí o sí cuando estés en Mallorca? Por supuesto, no debería faltar la ensaimada mallorquina, que por algo es la reina de la repostería de la isla. Sin embargo, te animamos a que le des una oportunidad a cualquiera de los dulces típicos de Mallorca que hemos mencionado en esta lista, ya que cada uno tiene su encanto único.
Desde la esponjosidad de la coca de cuarto hasta la explosión de sabores de los cremadillos de sobrasada, la repostería mallorquina te hará querer repetir una y otra vez. ¿Has probado alguno de estos dulces típicos? Cuéntanos tu favorito en los comentarios y comparte tu experiencia con nosotros.
Si además de estos dulces quieres saber qué otros platos típicos probar en Mallorca y dónde encontrarlos, no te pierdas nuestra nuestra guía completa de gastronomía mallorquina.